En los últimos 20 años esos caminos se han hecho
evidentes con proyectos de puesta en valor o puesta en uso social de sitios
arqueológicos que parecían ser imposibles de recuperar para nuestra ciudad,
casos como las huacas del Parque de Las Leyendas o el Complejo Arqueológico
Mateo Salado son los más conocidos por la mayoría de la población, pero, aunque
el fin es similar el camino no es necesariamente el mismo para cada sitio
porque cada uno se enmarca dentro de una realidad socioeconómica,
cultural, educativa y social diferente.
Pero entonces ¿Qué debemos hacer?
Como
arqueólogos entendíamos que
lo primero era realizar un inventario y un diagnóstico sobre la situación
actual de los sitios arqueológicos de nuestro distrito, para elaborar un
documento y entregárselo a las autoridades municipales. Es decir informar y
poner sobre aviso a nuestras autoridades con el fin de evitar la siempre excusa
de no conocer los sitios arqueológicos y evitar que se continuara su destrucción.
Y así lo hicimos. Dicho documento fue entregado en mesa de partes de la
Municipalidad de Los Olivos (MDLO) un 25 de julio del 2005 que puede ser
consultado en nuestro Blog y eventualmente hemos facilitado directamente el PDF
según nos lo han solicitado diversas personas del medio. Desde entonces uno de
nuestros objetivos ha sido evitar la destrucción de cualquiera de las siete
zonas arqueológicas del distrito, lo cual en ocasiones ha involucrado que
realicemos denuncias policiales para detener dichas acciones. En esta labor
continuamos.
Desde nuestros inicios, nos trazamos ese camino
nutriéndonos de las experiencias de otros, de nuestra misma práctica y los
lineamientos legales existentes. Han pasado 16 años y observamos que nuestro
accionar sigue siendo vigente y cada vez que alguien se ha acercado a nosotros
buscando alguna recomendación hemos compartido nuestra experiencia de ese
camino; lamentablemente continuarlo no depende de una sola persona y de su
pasión, sino que involucra una serie de voluntades que contribuyan a seguir
avanzando y lamentablemente estas no son inmediatas.
En nuestro caso, desde que estuvimos cara a cara con
ese abandono, fuimos planteando diversas propuestas de proyectos de gestión
cultural para cada sitio arqueológico del distrito, sin embargo todas se
encontraban con una primera barrera: fuere cual fuere el presupuesto logrado ya
sea público o privado para intervenir un sitio arqueológico éste debía de
contar con saneamiento legal, dicho de otro modo, debía contar con un área
intangible oficializada. Es decir, así como nuestras casas, debía contar con un
plano donde se especificará sus límites exactos, el cual además, debía constar
en registros públicos. Ok ¿Y cómo se hacía esto? Con un proyecto arqueológico
de delimitación, que hasta la expedición de la respectiva resolución podía
tomar por lo menos seis meses a más, o por oficio en el INC (en ese entonces
ahora Ministerio de Cultura) pero llevaría mucho más tiempo.
Corría
el año 2005 y para nosotros era imposible llevar a cabo dichos proyectos de
delimitación, porque involucraban presupuestos que escapaban de nuestras
posibilidades, y surgía aquí otra pregunta ¿A quién le correspondía realizar
dichos proyectos de delimitación?. En realidad quién tuviera el dinero y
quisiera destinarlo podría hacerlo, mientras se realizara y cumpliera bajo la
normativa pertinente. El presupuesto superaba en varios miles de soles por
sitio arqueológico, requeriría al menos diez personas cada uno, más el tiempo
de trámite y ejecución.
Toca entonces,
preguntarnos nuevamente ¿Qué hacemos?
El MINCUL como ente normativo ha cumplido con el ámbito legal que le corresponde y difícilmente podrá destinar presupuesto para todas las huacas de Lima, así que la otra institución a quien le toca cumplir con su labor es la Municipalidad de Los Olivos (MDLO). La recuperación directa y efectiva de nuestras huacas olivenses le corresponde en primera instancia a la autoridad local, destinando los recursos necesarios para dichos fines, tanto humanos como económicos, de forma sostenida, sin pretensiones políticas, cumpliendo lo que indica la Ley Orgánica de Municipalidades.
Desde nuestra
experiencia como vecinos olivenses y gestores consideramos que nuestra labor
como ciudadanos no es otra que la de exigir a nuestras autoridades que cumplan
con su labor, y en lo específico centrar esfuerzos en: primero, hacer cumplir
las resoluciones de intangibilidad e
incorporar en sus planes anuales el mantenimiento permanente que
involucre limpieza y señalética básica de cada sitio arqueológico, y segundo,
destinar presupuestos responsables y respetuosos que involucre la gestión de
cada sitio arqueológico. Los programas educativos y de sensibilización son
necesarios y deben ser permanentes sin embargo las experiencias de estos
últimos 20 años nos enseñan que no son suficientes mientras las instituciones
competentes no cumplan debidamente con sus responsabilidades.
Estas gestiones
también se pueden llevar adelante con fondos privados, finalmente es eso lo que
hacen las iniciativas ciudadanas que trabajan con fondos propios, pero en
ningún caso los gobiernos municipales deben quedar exentos de sus
responsabilidades.
Finalmente el
trabajo de organizaciones ciudadanas como el Club de Historia Huaca de Oro,
Circulo Ciclista Protector de Las huacas o Cuida Tu huaca PLO son complementarias
a la intervención misma, pero sin presupuestos jamás podremos ver renacer
nuestras huacas.
Karen M. Luján Neyra (Cuida Tu Huaca PLO)
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